[ 5.7.04 ]
Soldados vs. futbolistas
El otro día discutía (bueno, dialogaba) con un compañero de trabajo sobre la
necesidad de tener ejércitos en nuestras sagradas naciones.
Él, ex-militar o algo así, defendía su existencia recurriendo al argumento de la autodefensa.
Los que me conocéis, sabéis que
Utopía es para mí algo más que el título de un libro de Moro.
Y digo yo... si en todo el mundo no existiera un sólo ejército.. un sólo soldado.. una sola arma... ¿habrían guerras?
Pues seguramente.
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Cambio aparente de tema.
Ayer acabó la
Eurocopa de las sagradas naciones europeas.
Alemania, Francia, Inglaterra, Italia y hasta la sobrevalorada España cayeron humilladas ante equipos como Chequia, Portugal o la sorprendente y disciplinada Grecia.
Los griegos, campeones, han celebrado en sus ciudades el título como si hubieran ganado la más grande de las guerras. Igual que pasa en Canaletas o la Cibeles cuando algún equipo local hace lo propio.
Ambas situaciones relatadas,me trajeron a la mente una bella estampa:
Irán venció por 2 - 1 a
Estados Unidos el 22 de Junio de 1998, en el Mundial de Francia.
Con héroes, con sufrimiento, con alegrías, con derrotados, con rabia en el corazón, con vergüenza, con honor, con pasión, con el sentimiento de que se jugaban algo más que un partido de fútbol.
Pero sin muertos, sin heridos, sin familias destrozadas, sin hospitales bombardeados, sin escuelas destruidas, sin "efectos colaterales", sin refugiados ni desplazados abandonando sus casas.
¿No sería genial cambiar
una batalla por un partido de fútbol? ¿Una guerra por un campeonato?
¿Que algún cabrón quiere invadir un país? Un partidillo...
¿Que algún hijo puta quiere controlar la ruta del petróleo? Un partidillo...
¿Que algún subnormal quiere imponer sus ideas? Un partidillo...
Y ¿qué me dices de los ciudadanos? ¿No es mejor ver cómo pierdes tu legitimidad, tus derechos, tu país, tranquilamente en tu casa, delante del televisor, con un par de cervezas y unas palomitas, que ver como pierdes a tus hermanos, a tus padres, a tus hijos, a tus piernas y brazos mientras corres desesperado buscando un refugio?
En lugar de academias de instrucción militar tendríamos centros de alto rendimiento deportivo. En lugar de estrategas, entrenadores. En lugar de armas, pelotas. En lugar de cascos, botas de tacos.
Que sí. Que vale. Que
los pueblos seguirían oprimidos, conquistados y humillados. Pero los niños podrían seguir jugando en el campo, años después, sin que los padres tuvieran que estar pendientes de las minas anti-personas. En lugar de tullidos y amputaciones, tendríamos esguinces y, a lo sumo, alguna rotura de ligamentos. Y lo mejor, nadie tendría que recordar que se quedó huérfano cuando apenas era un crío.
Muy bien, seamos bárbaros.
Pero no seamos bárbaros hijos de puta.
Christian. He tenido un sueño... |
Las Rutas de la Salamandra [23:59]
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