Chikago's Doors

[ 17.4.04 ]

 

La Teoría del Hormiguero.

Cuando era más crío aún que ahora, los profesores del colegio en el que tuve la desgracia de educarme decidieron buena idea llevar a los proyectos de humanoides robotizados al Museo de Zoología de Barcelona.

Entre bichos y más bichos empalados con chichetas y alfileres, hubo algo que llamó mi atención: el terrario de hormigas.

Me quedé un buen rato observándolas, corriendo de arriba a abajo, transportando minúsculos pedazos de vete_tú_a_saber_qué.

Fue el inicio de la Teoría del Hormiguero:




"El pequeño Key fabricó antaño un terrario y lo llenó de hormigas que recolectó en el campo. Dedicó varios años de su vida a observarlas, alimentándolas con minúsculos pedazos de vete_tú_a_saber_qué. Se pasaba horas delante del terrario, mirándolas y estudiando su comportamiento rutinariamente aleatorio. Llegó a nombrar a algunas de ellas, aunque nunca tuvo la certeza de si eran las mismas.

Las miraba, les hablaba, las cuidaba y, cuando tenía un mal día, las maltrataba moviendo la pequeña caja de metacrilato, derribando la cuidadosa estructura de laberintos que tanto tiempo había llevado construir a las pobres, o provocaba inundaciones que acababan con la insignificante vida de algunas de ellas.

Key se sentía omnipotente.

Un buen día, una hormiga detuvo su camino y se giró hacia él. Durante cinco eternos segundos, la hormiga y el chico estuvieron mirándose fíjamente.

La hormiga parecía desafiar al pequeño dios.

Pero transcurridos esos cinco segundos, cuando el chaval ya temía una revolución hormiguera, la rebelde se separó del vidrio y siguió torpemente con su camino.

Key respiró tranquilo y pensó que, por muchos años que pasara delante de las hormigas y por mucho que éstas evolucionaran, nunca llegarían siquiera a percibir lo que realmente estaba pasando."


Me importa bien poco que exista o no algo superior. Nunca alcancaré a comprehenderlo.

Así que no me hables de la estéril fe. Es absolutamente imposible que jamás conozcas a un Dios que te observa particularmente a ti, aunque efectivamente exista y aunque efectivamente lo haga.

Y menos me hables de adorarlo. Si no sabremos si existe, menos aún si es bueno o es malo con nosotros.

Pero tampoco necesitamos terrarios para darnos cuenta. Basta con salir de casa. Encontrarás miles de hormigas yendo a galope por la calle, en el metro, en tu trabajo,...

Christian Key.
Kill your idols and be your own God.

| Las Rutas de la Salamandra [01:10]